¿Los dos? ¿Nadie más? Unas parejas las temen, otras desean que lleguen. Muchas horas juntos durante tantos días seguidos… pueden tener consecuencias pero ¡no tienen porqué ser negativas!

1. Piensa. Medita un poco tu proposición de vacaciones y llega a un acuerdo con la otra parte.

2. Destino para los dos. Sois dos los que vais a viajar así que ambos tenéis que estar cómodos con el lugar elegido. Sentaos un día con el ordenador y decidid si queréis playa o montaña, tipo de actividades y la duración del viaje. Después, elegir opciones y precios será mucho más fácil.

3. Evita el exceso de planes. Deja hueco para la improvisación. Si tienes el viaje planeado al minuto perderás la frescura de “lo que surja”.

4. Habla mucho. Nadie es perfecto y los malentendidos se producen a menudo. No dejes nada silenciado, harás bola de ello y será peor.

5. Ríe. Haced actividades que os provoquen risa y os hagan salir de la zona de confort.

6. El roce hace el cariño. Dicen que en verano es cuando más parejas rompen Y es provocado por la monotonía y rutinaria. Sorprende a la otra persona. No cuesta un «buenos días» cariñoso, o preparar el desayuno, planificar una excursión a un lugar romántico, sorprender con un masaje…

7. Billete para dos. Os vais (casi) de viaje de luna de miel. Suelta el móvil, la tableta y el ordenador.

8. Los gastos. Respetad los gastos comunes y ten dinero en el bolsillo para caprichos propios.  No dejéis que el dinero provoque discusiones.

9. Quiérele. Deja a un lado el ego, el orgullo y la cabezonería. Di tantas veces como puedas te quiero, hazle sentir importante.

10. Humor. Abre tu maleta y deja un hueco bien grande para este punto. Las vacaciones están para bromear y para aceptar las bromas. Ríe en las situaciones que te pongan tenso… ¿Que pierdes un bus? ¡No pasa nada! Ya llegará el siguiente. ¿Te tiran arenita en la playa? Saca tu lado infantil y ponte a jugar.

Disfruta.